Maylos Rodrigo ClaverolAlba Iruela León. La eficacia de las sesiones guiadas con perros será medida gracias al estudio Mental-Dog que se desarrollará, paralelamente, en el Hospital Universitario de Santa María, en el de Mataró, el Consorci Sanitari del Maresme y el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús.

El estudio Mental-Dog persigue medir la eficacia del perro dentro de las sesiones organizadas, buscando naturalizar los espacios entre el personal sanitario y el paciente. Para ello utilizarán un grupo de control y otro de intervención. El primero se encarga de trabajar sin la ayuda de los perros, mientras que el segundo incluirá a los animales en las sesiones para hacer posteriormente una comparación de los resultados.

Las actividades variarán en función del avance que noten en los adolescentes. Utilizan desde actividades lúdicas y de psicomotricidad hasta otras centradas en las emociones y el proceso personal de cada persona. “No podemos inventarnos una actividad que luego no se pueda extrapolar a un grupo de control”, declara Demian Philp, técnico del grupo de intervención.

El objetivo principal es crear una relación más fluida con el paciente, de manera que la terapia resulte más efectiva y enriquecedora. “Cuando intervienen los animales, el centro de atención deja de ser el adolescente que tiene un problema, y empieza a ser el perro: cómo actúa, qué necesita, cómo se comunica. Se pueden explotar un montón de emociones de la persona al perro”, dice Demian.

Las perras seleccionadas para este proyecto han sido “Annie” y “Asia”. Ambas tienen un carácter cercano y juguetón, pero Annie es más activa, por lo que Asia servirá de contrapunto para aquellas sesiones donde se busque un ambiente más pausado y relajado.

La Doctora Maylos Rodrigo Claverol, investigadora principal del estudio, aclara que la unidad de agudos engloba la depresión, trastornos psicológicos, control de impulsos, trastornos en la conducta alimentaria, trastornos del espectro autista, etc. “Al ser unidades, pueden ser niños con características muy variables, cada uno tiene un diagnóstico diferente”, declara.

El estudio multicéntrico Mental- Dog trabaja con el Hospital Universitario de Santa María, El Hospital de Mataró del Consorci Sanitari del Maresme y el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. La profesional, Natalia Rodríguez Criado, perteneciente al Hospital Niño Jesús confiesa que ver a los chicos y chicas en un ambiente más distendido y con actividades terapéuticas diferentes a las practicadas hasta ahora es una gran motivación. Declara que “se trata de un estudio a largo plazo, pero el fin sería notar mejoras en los niveles de ansiedad que muchos presentan”.

Luis Lucio Lobato, miembro de la Oficina de Intervención Asistida con Animales de la Universidad Rey Juan Carlos, actúa como investigador en este proyecto. “Formar parte de este tipo de iniciativas da una imagen de innovación e iniciativa a la universidad ya que se trata de un tema poco tratado hasta el momento”, comenta. “Medimos la ansiedad, la autoestima, la motivación que existe con el perro durante las sesiones y la satisfacción no solo con los menores, sino con el personal que trabaja con ellos. Sobre todo, en estos tiempos donde el personal sanitario está saturado, buscamos mejorar la atmósfera que se crea en las sesiones”, concluye Lucio Lobato.

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