El Consejo de Ministros aprobó en 2021 una declaración institucional en la que el Gobierno de España manifiesta su compromiso con la erradicación de la brecha retributiva entre mujeres y hombres que según el INE, en cómputo anual, supera el 20%. Es por este motivo que cada año se celebra el 22 de febrero el “Día Europeo de la Igualdad Salarial”. El objetivo perseguido con su celebración es concienciar a la sociedad española sobre la existencia de una clara desigualdad en la retribución que perciben las mujeres y los hombres por la realización del mismo trabajo o de un trabajo de igual valor, así como sobre la necesidad de combatir dicha brecha.

Nos equivocaríamos si pensáramos que esta brecha afecta únicamente a las mujeres que trabajan en el sector privado, a pesar de que se trata de un derecho reconocido en el propio articulado de la norma básica de la legislación laboral española, es decir, en el Estatuto de los Trabajadores y, concretamente, en su artículo 28 titulado: “Igualdad de remuneración por razón de sexo”. De hecho, centrándonos en nuestro contexto, recientemente se publicó el informe Brecha salarial de género en las universidades públicas españolas elaborado por el Ministerio de Universidades, ANECA y CRUE Igualdad, que desvela un 10,9% de brecha salarial entre hombres y mujeres en el PDI del sistema universitario público, que asciende hasta un 16,9% si hablamos de complementos salariales. Además las mujeres PDI no solo perciben una menor retribución sino que se enfrentan a fenómenos como los “suelos pegajosos” o el conocido “techo de cristal”.

En el marco de este día la Unidad de Igualdad de la URJC organiza la jornada “La brecha salarial se escribe en femenino” con las siguientes ponentes, docentes de la URJC:

 

Sara Gallardo Guijarro

 

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