Uno de los momentos más duros del año para los estudiantes suele ser la época de exámenes, donde estudiar pasa a ser el pan de cada día, lo que puede llegar a provocaransiedad o desesperación, entre otros males.
David Viera
Se acerca enero y con él llega la época de exámenes, donde el alumnado se evalúa de sus conocimientos. Hay algunos que son previsores y los preparan con tiempo para no tener problemas de tiempo, mientras que otros estudiantes prefieren dejarlo para el último momento. Sin embargo, tanto unos como otros coinciden en la misma idea: uno de los puntos más difícil es ponerse a estudiar. No saber por dónde empezar, el contenido a preparar o el cómo hacerlo suele ser un foco de ansiedad y agobio.
Desde la unidad de Universidad Saludable de la URJC se ofrece una serie de consejos para poder abordar los exámenes de forma correcta.
Consejos básicos para enfrentarse a los exámenes
“Ante cualquier etapa exigente como es la época de exámenes, hay que tener en cuenta una serie de aspectos que pongan el foco en nuestro autocuidado y nuestro rendimiento, ya que salud y aprendizaje van de la mano” explican desde Universidad Saludable.
Destacamos recomendaciones claves cómo cuidar los hábitos centrales (alimentación, sueño, actividad física y manejo emocional), ya que si no se tratan empeorará el rendimiento a la hora de estudiar; planificar bien las jornadas de estudio, teniendo en cuenta en qué momentos funcionamos mejor, con mayor energía; o evitar los distractores y “ladrones” de atención como son el móvil, las redes sociales o las notificaciones.
Otros consejos importantes a seguir son hacer pausas cortas pero efectivas durante la preparación del examen, centrarse todo lo posible en el momento de estudio, o utilizar la respiración para reducir el estrés y la tensión.
Lugares de estudio recomendados
“Cada persona tenemos unas necesidades diferentes, pero en general hay que buscar espacios sin ruidos ni distracciones porque estudiar requiere mantener la concentración” comenta la unidad, explicando que, si no es posible estudiar en un entorno libre de ruidos, podemos utilizar tapones para aislarnos, pedir a nuestra familia que no nos interrumpan mientras estudiamos, etc.
Además, destacan la importancia de cuidar la temperatura, que sea más bien un lugar fresco para evitar la somnolencia, y que tenga si es posible luz natural o buena iluminación. También recalcan cuidar la postura y tener una silla adecuada en consonancia con la altura de la mesa para hacer un ángulo de 90º con nuestras piernas y evitar sobrecargar las lumbares, la espalda…
Métodos recomendados
Desde Universidad Saludable se defiende que no hay un método efectivo para todas las personas debido a que cada disciplina tiene sus particularidades y no se estudia de la misma manera para una asignatura basada en problemas en las que la comprensión de las fórmulas y la realización de problemas similares puede ser lo óptimo, que una asignatura más mecánica en la que la memorización tiene un papel fundamental.
También explican que la metodología cambiará en función del tipo de examen que tengamos. Si es de desarrollo recomiendan hacer resúmenes y comprender bien la síntesis de esos resúmenes, y si es tipo test trabajar más desde los esquemas e ideas clave porque funciona más el reconocimiento que el recuerdo en sí.
En cualquier caso, hacer resúmenes y esquemas en papel nos ayuda a asimilar los contenidos, por lo que hay que evitar la simple lectura y más si es a través de pantallas exclusivamente.
Qué hacer cuando en pleno estudio nos agobiamos y/o sentimos ansiedad
“Enfrentarse a los exámenes significa ponerse a prueba y eso puede suponer una amenaza para muchos estudiantes por lo que es frecuente que tengamos estados de cierta ansiedad y estrés” comentan desde la unidad. “Cuando hablamos de niveles moderados hay que tomarlo como una respuesta que nos puede ayudar a estar más centrados en el estudio, pero tenemos que manejarlo para que no crezca y se nos vuelva en contra”.
Una de las pautas clave que explica Universidad Saludable es lo importante que es respirar adecuadamente, hacer esas pausas breves cada cierto tiempo, “quemar” ese estrés con un poco de ejercicio, además de prestar atención a los pensamientos que tenemos que muchas veces nos “boicotean”: vas a suspender, no te va a dar tiempo. “Hay que conscientes de ellos y cambiarlos a ‘ahora estoy estudiando y hago lo que puedo’”.
Si la ansiedad crece y no sabemos manejarla de forma frecuente, quizás necesitemos trabajar herramientas para aprender a hacerlo. Para ello, desde Universidad Saludable se enseñan
“No soy capaz de llevar esta situación”, “siento que no llego” … ¿qué se puede hacer?
Cada situación es distinta y no hay recetas buenas para todos los casos. A veces hay que saber renunciar y decir “no puedo con esto” si vemos que es inabordable por nuestras circunstancias, otras veces hay ciertas herramientas que podemos trabajar para ser más capaces de llevar la situación: planificarnos mejor, pedir ayuda o priorizar lo más importante.